La noche del sábado Palma se entregó a la fiesta electrónica más extravagante y esperada del verano. 'elrow', conocido mundialmente como la celebración tecno por excelencia, trasladó un año más su universo de color, música y fantasía desde Ibiza hasta el recinto de Son Fusteret, donde miles de personas bailaron al unísono hasta bien entrada la madrugada.
El ambiente ya empezaba a caldearse desde primera hora de la tarde. A las 16:00 horas estaba prevista la apertura de puertas, aunque la entrada se demoró unos quince minutos. Eso no impidió que muchos asistentes aguardaran con paciencia y ganas, deseosos de sumergirse en un espectáculo que no deja indiferente a nadie. Para facilitar el acceso, Cort reforzó el transporte público, consciente de que la cita atraería a miles de jóvenes tanto de la isla como de fuera de ella.
Una vez dentro, el recinto se transformó en un parque temático de música y diversión. En el escenario principal reinaba el fluorescente, con un despliegue de muñecos psicodélicos que lanzaban nubes de aire fresco salpicadas con agua, desatando la euforia de los presentes. En el segundo escenario, la temática era radicalmente distinta: fuego e infierno como telón de fondo para sets que mantenían a los asistentes en un trance colectivo. La máxima era clara: aquí nadie tiene derecho a aburrirse.
A medida que caía la noche, el cartel de 'sold out' lucía en las entradas. Dentro, miles de personas disfrutaban no solo de la música, sino también de un sinfín de actividades que forman parte de la experiencia 'row'. Desde una carpa de maquillaje y tatuajes de pintura fluorescente, hasta un falso altar para hacerse fotos, pasando por espacios de música independiente que ofrecían un respiro alternativo a los grandes escenarios. Algunos, incluso, lograron hacerse con divertidas colchonetas inflables en forma de palmera, radiocasete o piano, que se paseaban entre la multitud como símbolos de una fiesta en la que todo cabe.
La jornada se prolongó hasta las 2:00 horas de la madrugada, con un público entregado que no dejó de bailar un solo instante. 'elrow' en Palma volvió a confirmar que es mucho más que un festival: es una experiencia sensorial que mezcla música, espectáculo y desinhibición.
Nacido en Barcelona y con paradas habituales en Ibiza, Londres, Madrid o Ámsterdam, 'elrow' se ha convertido en uno de los festivales de música electrónica más reconocidos del mundo, conocido por sus montajes teatrales, la creatividad de sus temáticas y su capacidad para transformar cualquier recinto en una fantasía desbordante de color. En Mallorca, su cita en Son Fusteret ya es tradición. Cada verano reúne a miles de personas y convierte a Palma en capital del techno festivo durante una noche. Lo que ocurre dentro de 'elrow' se recuerda mucho tiempo después: bailar, reír y dejarse llevar en un universo donde lo único prohibido es aburrirse.