Víctor de la Serna: "Llevamos el techno por bandera, pero el festival no solamente es eso"

Diario del Alto Aragón

El desierto de Fraga volverá a rugir el 26 de julio con una nueva edición del Monegros Desert Festival, una de las citas más icónicas de la música electrónica en Europa. Pendulum, Richie Hawtin, Nico Moreno, Laurent Garnier, Indira Paganotto, Rudimental o Protoje forman parte de un cartel con casi 180 artistas y 13 escenarios, que este año volverá a reunir a decenas de miles de asistentes.


Este año el cartel refleja una diversidad que va más allá del techno, aunque este género siga marcando el ADN del festival. “Nos gusta hablar de un festival urbano porque conviven muchas tribus”, explica el director musical del Monegros Desert Festival, Víctor de la Serna. “Llevamos el techno por bandera, claro, pero no todo es eso. La gente quiere escuchar otras cosas”. Así, además de nombres clásicos como Richie Hawtin o Laurent Garnier, el festival incluye hiphop con Foyone, drum’n’bass con Pendulum o reggae con Protoje, que actuará en el Mainstage.


La escena techno más dura también está presente, especialmente concentrada en el nuevo escenario Unreal. “Llevamos años apostando por el hard techno porque ha sido tendencia, y no podemos ignorarlo. Está funcionando, pero no todo tiene que ser así”, puntualiza. “Este año queríamos más variedad y creo que lo hemos conseguido. Hay techno clásico, melódico, house… Escuchar a la gente y diversificar es importante”.


De ahí que se apueste también por artistas como Arapu B2B Priku, SHDW junto a Blawan o el nuevo escenario del Brunch Electronik, con una propuesta más melódica. El mítico elrow regresa con su habitual despliegue visual y escénico, mientras que The Green Corner se llenará de sonidos dub y reggae, y La Pinada se convierte en refugio para los amantes del psytrance. Además, debuta el formato F2F (Face to Face) en el escenario 240km/h, una especie de combate lúdico entre DJs que intensifica la energía de los B2B.

Monegros se reinventa cada año como una ciudad temporal en pleno desierto, con infraestructuras y escenografías únicas que van desde carnavales vivientes hasta fiestas en un avión fuera de servicio. “Es un lugar de encuentro para mentes abiertas, donde todo puede pasar”, resume De la Serna. Este año se añaden nuevas zonas de sombra, oasis con puntos de agua, mejoras en señalética, baños y un sistema digitalizado de taquillas.


La procedencia de los asistentes, aunque mayoritariamente española, refleja la dimensión internacional del evento: Cataluña, Aragón y Extremadura están entre las comunidades más presentes, pero también viene gente de Francia, Italia o Países Bajos. Según datos facilitados por el festival, ya se han vendido más de 30.000 entradas que se pueden adquirir a través de la web oficial del Monegros Desert Festival , con opciones de transporte, parking y taquillas.