Elrow resurgió de la pandemia con 69 eventos en 2022 en todo el mundo. Con macrofestivales de hasta 50.000 personas, nuevas temáticas y una temporada de récord en Ibiza, la empresa prevé cerrar el año con 35 millones de euros de facturación. "Arrastramos el crédito que pedimos al banco para aguantar las perdidas del covid, pero estamos muy contentos con el progreso. Nos hemos recuperado muy bien", aseguran a Metrópoli desde la compañía.
No obstante, pese al éxito de elrow durante este año, la compañía ha estado ocho meses sin realizar ningún show en Barcelona, la ciudad que consideran su "casa". Tras la espera y la incertidumbre entre sus clientes, el próximo 29 de octubre el festival regresa a la capital catalana: lo hará con una nueva ubicación y multiplicando por cinco la capacidad de su club de Viladecans –25.000 personas frente a 4.000–.
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En la siguiente entrevista con Metrópoli, Juan Arnau, CEO y cofundador de elrow –junto a su hermano Cruz–, justifica el parón del festival en Barcelona y explica los proyectos de futuro para la compañía en la ciudad y en el mundo.
Pregunta: ¿Por qué ha tardado tanto en haber un festival tan grande en Barcelona?
Respuesta: En Barcelona siempre hemos estado en nuestro club de Viladecans, que es relativamente grande y nos permitía hacer muchos shows al año. Con tantos espectáculos allí, no tenía sentido hacer un macrofestival. Además, nunca habíamos hecho un elrow Town –más de 20.000 personas– en España y para el primero elegimos Madrid por una cuestión logística: es un punto muy céntrico en la península y también nos permitía llegar a nuestros fans de Portugal.
¿Y por qué resurgís con un elrow Town a Barcelona?
Después de ocho meses sin estar en 'casa' teníamos que volver a lo grande. Queremos volver a conectar con nuestro público y este formato nos permite hacer mucho más que lo que hacíamos en Viladecans.
Celebración de Halloween en elrow Viladecans en una edición anterior / CEDIDA
¿Ya no va a volver Viladecans?
Eso es complicado decirlo ahora. Volver a Viladecans no es un proyecto a corto plazo. Estamos hablando con el Ayuntamiento para plantear la opción de recuperar el club más adelante, pero por ahora no nos quieren alargar las licencias especiales hasta que pasen las elecciones de 2023. Es un proceso muy lento, lo intentamos agilizar, pero correr con ellos no funciona. Así que decidimos tomárnoslo con calma y, mientras tanto, buscar una alternativa para Barcelona.
¿Y por qué escogisteis la Fira?
Más allá de los impedimentos de Viladecans, el rumbo de elrow va hacia menos shows pero mucho más multitudinarios. Por eso, desde que empezamos a planear el regreso a Barcelona –que teníamos claro desde julio–, optamos por hacer un elrow Town, y Halloween era una fecha clave para lanzarlo. El único lugar de la ciudad que nos permite hacer un festival de nuestras características es la Fira: un recinto diáfano pero cubierto que nos permite jugar mucho para hacer decoraciones.
¿Qué va a ofrecer la nueva ubicación?
En Viladecans estábamos muy limitados a nivel de aforo. Para mi como club es increíble, pero para los formatos y la dirección hacia donde va la marca se quedaba pequeño. Durante el último año ya sufrimos porque los nuevos decorados que creábamos para los espectáculos mundiales no encajaban en Viladecans. Ahora, en la Fira, tendremos espacios enormes. Sí que es complicado a nivel de decoración y nos estamos gastando muchísimo dinero, pero lo que va a ver el público es algo muy masivo: verán un festival, no tendrán la experiencia de club, en Barcelona nunca hemos hecho algo tan grande.
Elrow Town en Madrid este 2022 / CEDIDA (Toni Villen)
Elrow en Barcelona siempre ha sido un festival diurno. ¿Por qué cambia el horario en el próximo Horroween?
Porque lo que haremos se considera un festival y en Catalunya no está permitido hacerlos antes de las 16:00 horas de la tarde. Por eso lo haremos desde las 17:00 horas del 29 hasta las 6:00 horas del 30 de octubre.
¿Barcelona tiene suficientes espacios para hacer grandes festivales?
No. Actualmente la Fira es el único que nos permite desarrollar el show como nosotros queremos. Como espacio que te deje acoger hasta 50.000 personas solo está el Fòrum, que está totalmente saturado de eventos y envuelto en problemáticas por ruido con los vecinos. La Fira es un recinto diáfano pero cubierto que nos permite jugar mucho para hacer decorados y nos permite jugar con nuestro concepto de "espectáculo inmersivo".
¿Es difícil hacer macrofestivales en Barcelona?
Mucho. Es una ciudad muy compleja porque estamos limitados por mar y montaña y, además, el ambiente que hay en el Ayuntamiento no ayuda. Barcelona es una ciudad complicada para crecer como festival. Por estos dos motivos hay marcas que están yéndose a otras ciudades para ofrecer al público espectáculos mucho más grandes.
Materiales de construcción en la playa del Fòrum por los festivales / ÁNGELA VÁZQUEZ
¿Por qué dice que la política municipal es un impedimento?
Sobre todo por el tema de las licencias. No es fácil conseguirlas, te ponen muchas limitaciones en un mercado que ya está relativamente saturado por los que ya tienen presencia en la ciudad. Confían en 'los de siempre' y cuesta mucho que vengan marcas de fuera a experimentar o hacer cosas grandes o diferentes.
¿Cómo ve el panorama en Barcelona? ¿Cree que hay una buena oferta de festivales de música electrónica?
Creo que seguimos lo de siempre, el Primavera Sound como festival internacional, el Sónar, el Cruïlla como evento más vinculado a Catalunya, el Brunch, que lo está haciendo muy bien con sus fiestas en verano para 10.000 personas, y nosotros. Pero todos ofrecemos cosas muy diferentes.
¿Notáis una gran diferencia de gestión cuando salís de España?
Desde luego. En la mayoría de países nos reciben mucho mejor. En Inglaterra o en Holanda, por ejemplo, la industria electrónica está mucho más consolidada y tiene una relación mucho más cercana con las instituciones. Los gobiernos te ayudan porque lo ven como una aportación cultural; en España notamos que en muchas ciudades nos cuesta estar bien conectados políticamente porque nos consideran de la noche y no entienden el valor cultural que hay detrás.
Elrow Town en Holanda este 2022 / CEDIDA (Toni Villen)
¿Ha evolucionado el sector en el país?
Sí. Ahora estamos mucho mejor que hace 15 o 20 años, estamos creciendo y es un sector que se está ordenando en el tiempo. No obstante espero que en los próximos años nos valoren con mucho más respeto y cariño y vean que detrás de nuestro proyecto hay una realización con compañías teatrales y artistas que va mucho más allá de un set de DJ y unas barras.
Comenta que a nivel internacional os reciben con los brazos abiertos. ¿Cómo ha sido vuestro regreso a otros países tras la pandemia?
La verdad es que cada vez tenemos más solicitudes y la marca está más fuerte que nunca internacionalmente. En Holanda y en Inglaterra hemos hecho festivales de 40.000 personas y en Italia hemos hecho todos los eventos de más de 10.000 personas. En Estados Unidos también estamos creciendo mucho –todos los espectáculos con más de 7.000 personas– y estamos teniendo una gran demanda en América del Sur y en Asia. No obstante, este año solo hemos hecho dos shows en Estados Unidos por el coste que supone transportar las mercancías, que está disparado y necesitamos vender más de 10.000 o 12.000 tickets para poder obtener beneficios en estos mercados.
¿Cuándo preveéis recuperar el crecimiento más allá de Europa?
De momento le hemos dicho a nuestros socios locales que nos esperemos a 2024 para ver si la situación se normaliza y podemos volver por todo lo alto. El problema es que somos nosotros quien llevamos el espectáculo allá donde vamos y tenemos que mover contenedores de 12 metros por todo el mundo. Ahora mismo es muy complicado.
Elrow Town en Málaga este 2022 / CEDIDA (Toni Villen)
Todos los eventos mundiales que nombra son festivales multitudinarios. ¿El futuro de la marca tiende a estos formatos en todos los países?
Sí. Sobre todo a nivel creativo los clubs te limitan mucho a hacer grandes espectáculos y grandes shows. Ahora en Barcelona vamos a poder hacer muchísimas más cosas, por eso vamos hacia los grandes formatos. En la empresa creemos que menos shows van a ser mejores, con más margen para crecer y más presupuesto.
El precio de las entradas para Harroween ha generado bastante polémica con un precio de salida superior a los 50 euros. ¿Cómo justificaría el valor de la entrada?
Siempre que me lo preguntan digo que somos una marca distinta al mercado. La mayoría de productores de todo el mundo –y no digo solamente de España–, se dedican a dar mucho dinero a los DJ's y básicamente a poner barras y lavabos. Nosotros tenemos un equipo de 140 personas con dos talleres en los que 30 personas trabajan todo el día. Hay artistas, escultores y pintores. Por eso lo que hacemos nosotros a nivel decorativo implica un esfuerzo mucho más grande y, además, hay que añadir la contratación de actores y zancudos de compañías de teatro de calle a nivel europeo y mundial.
Elrow Town en Londres / CEDIDA
¿Cómo ha afectado la crisis actual a la empresa?
Todo el proceso de montaje en la Fira nos va a costar un 60% más de lo que nos costaba hace dos años. El coste del transporte a nivel marítimo se ha doblado. Por ejemplo en Monegros, del budget que teníamos que estaba en seis millones, tan solo de enero a julio se desvió un 15%, es decir, el coste pasó a subir 850.000 euros en cinco meses con todas las entradas vendidas. Entiendo que haya clientes que no vean todo este proceso, pero es lo que digo siempre, lo que ofrece nuestra marca es caro, por desgracia. Si buscas solo un DJ pinchando y unas barras elrow no es tu sitio, nunca vamos a ofrecer esto, ni en elrow ni en Monegros.
¿Ya hay fecha para Monegros en 2023?
Sí, de hecho acabamos de anunciarlo. Se celebrará el 29 de julio de 2023 y será muy especial porque es el 30 aniversario. Los 5.000 primeros tickets de preventa saldrán el próximo 3 de noviembre.