La familia Arnau y su marca elrow continúan derribando barreras en lo que a grandes producciones se refiere. De organizar eventos de medio/gran formato en interiores, a llevar a cabo el súper-festival al que asistimos este domingo va un trecho, y ahora sí que podemos afirmar que elrow ha aprendido de sus errores del año pasado para firmar un evento muy correcto y con una producción gigantesca que demuestra que tenemos confeti y elrow para rato. Media España estuvo en IFEMA este fin de semana, y nosotros también. Y cómo nos lo pasamos…

El recinto ferial de Madrid, IFEMA, volvía a acoger una nueva edición de elrow Town. La ubicación era diferente, y pasábamos de la gran explanada del 2022 a un recinto más complejo pero perfectamente indicado desde nuestros primeros pasos. Un recinto que albergaría hasta ocho escenarios, muchas sorpresas y varios detalles realmente cuidados. Y es que, elrow Town es lo más parecido a un parque de atracciones de la fiesta.

Los acceso al recinto fueron de lo más fluidos, un ritmo que también se notó en las barras. Es verdad que en ciertos momentos había que esperar un poco más de lo que nos gustaría (también en los baños) pero en general no era difícil encontrar tu hueco o hacerte con tu consumición en unos minutos. Muchas mesas, muchos food trucks y mucho personal para que todo transcurriera con normalidad.

Como decíamos, la disposición de los stages era un poco más compleja este año. El escenario principal, Psychodelic Trip, esta vez mucho más estrecho, hacía que fuera un poco complicado pasar a las primeras filas, aunque esto no era un problema en absoluto ya que el sonido daba la talla a varias decenas de metros de la cabina.

Tras una Blond:ish que llevó el espíritu elrow por bandera (literalmente, se subió a una colchoneta hinchable ondeando una bandera de elrow), le llegaba el turno a Patrick Topping, uno de los artistas que más ganas teníamos de ver de todo el día. Teniendo en cuenta la ristra de artistas que venían después de él, el británico le dio caña a un set que esperábamos que virara un poco más hacia el tech house pero que fue igualmente disfrutable.

Eso sí, el que tenía que ser el momento culmen con todo el confeti volando sobre los asistentes se transformó en una mueca en nuestras caras debido a lo mal que sonaba la mezcla. Tras un aciago minuto en el que Topping no se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, optó por la vía fácil y la más recomendada en estas situaciones: difuminar la mezcla, quitarlas, poner otra canción y aquí no ha pasado nada.

Tras él, Adam Beyer dio un recital de techno de calidad y el barcelonés Paco Osuna hizo las delicias de los fans del sonido Mindshake, dejando la pista a punto para el cierre. Una vez entrada la noche el escenario Psychodelic Trip, que durante el día podía dejar que desear, sacó todo su potencial con un despliegue impresionante de juego de luces que hicieron que el set de Jamie Jones se convirtiera en el mejor que vivimos en este espacio de elrow Town.

El bueno de Jamie sacó su lado más house y de sonido club, tirando mucho también hacia el latin house, y se metió al público en el bolsillo fácilmente para concluir la programación de un escenario principal que fue el máximo atractivo de elrow Town 2023 durante todo el día del domingo para la mayoría de asistentes.

Por su lado, también este festival significaba el debut en Madrid de Delusionville, la temática que presentó elrow en su última fecha de Amnesia el pasado verano y que fue ideada por el artista Ron English. Esta carpa cumplió con creces en cuanto a decoración y espacio, adentrándote en el loco mundo del artista con los actores caracterizados de animales bizarros o incluso un dibujo de un bebé gigante y musculado, en vaqueros, tratando de derribar un avión como si fuera King Kong. Por supuesto sin descuidar el sonido, asegurando un ambiente espectacular durante las 12 horas de festival.

Delusionville fue el hogar para los sonidos más tech house, con artistas como Rendher llevando la batuta a primeras horas del día. Posteriormente se harían cargo del escenario nombres clásicos de elrow como Chelina Manuhutu, Bastian Bux o Ilario Alicante, que no defraudaron a aquellos que buscaban bailar al ritmo del mejor groove. Y por supuesto tampoco lo iba a hacer Andrea Oliva, que cerró el estreno de esta temática en la capital española por todo lo alto y con una carpa donde no había casi ni un espacio libre, rendida al DJ suizo.

Si hablamos de espacio para bailar, donde íbamos sobrados fue en Horroween. elrow nos había preparado un verdadero “infierno” indoor en el escenario más contundente, ubicado en el Pabellón 3 de IFEMA. Un espacio enorme y con todo perfectamente indicado cuya decoración y temática compaginaron a la perfección con la oscuridad de los sonidos que se pincharon en su interior. Nuestra aventura en esta cueva rojiza comenzó con los ritmos grooveros de la crew de Spandau20 capitaneada por Elli Acula y los alemanes FJAAK. El estilo de la dupla, esta vez acompañada por el talento en ascenso de Elli, siempre cala en nuestro público por sus tintes potentes pero selectos.

El stage daría un giro de 180º con la llegada de la nacional Indira Paganotto, que tras recorrerse medio mundo deleitó a su público más cercano con su ya tan consolidado psytechno. Tampoco pudimos perdernos la altura – física y musical – del neerlandés Reinier Zonneveld, que bombardeó Horroween con tracks tan acertados como ‘Dance With The Devil’. Finalmente, y llevándose a su terreno el ‘Así Me Gusta a Mí’ de Chimo Bayo, el queridísimo Andrés Campo desplegó su ya tan característico closing para poner el broche de oro antes de poner rumbo al after de Fabrik, donde también se encargaría del cierre.

Más allá de lo convencional y esperado en un festival marca elrow, nos engatusó la frescura por la que se apostó en el resto de stages en esta edición. El ambiente en el castillo hinchable de la Pink Cathedral nos acercó al mundo de la performance y a las influencias más queer, sensuales y en auge de la mano de artistas como Albal – parte de Chica Gang -, Juguete o Ch3lo. Sin duda uno de los escenarios más divertidos y con mejor ambiente de todo el recinto bajo nuestro juicio.

Siguiendo lo anterior, esta premisa también la encontramos en The Jail, el escenario más reducido de este elrow Town en donde New Faces, concepto de The Bassement Club, realizó un takeover con diversos DJs locales y emergentes, con el sonido techno como principal arma. Pudimos disfrutar de Symbiosis, S3RN4, Laia o Krenvko.

Y no todo fue electrónica en este día, el stage de el rowcio fue el lugar de paso de muchísimas personas que se quisieron pegarse unos bailes a ritmo de flamenco y teniendo como actuación especial a los míticos Gipsy Kings, que tuvieron delante a cerca de 2000 personas.

En general, en esta edición de elrow se respiraba un gran ambiente y unas ganas de fiesta propia de las grandes citas. No es un secreto que este evento acoge a asistentes de todo tipo, y los amantes de la electrónica se complementan con un público menos experimentado pero con las mismas ganas de pasar un día inolvidable. A grandes rasgos, y bajo nuestro punto de vista, todo transcurrió con total normalidad y el disfrute de los asistentes fue total.

La marca elrow parece no tener techo. Tras unos primeros años donde era relativamente fácil, con un formato tan divertido, comercial, llamativo y diferente, entusiasmar al gran público, parecía que elrow podría sufrir cierto desgaste. Pero más de una década después, el término sold out sigue apareciendo una y otra vez en las redes de elrow. La marca se sigue superando, innovando y consiguiendo protagonizar momentos que para muchos serán inolvidables. Historia viva de la industria musical en España a la que deseamos muchos más años de éxito.